La película “El lado oscuro del corazón” nos cuenta la
historia de un poeta de Buenos Aires, Oliverio (interpretado por Darío
Grandinetti), que anda buscando a una mujer que sepa volar. Muy bien comienza
la película recitando el poema “No se me importa un pito” de Oliverio Girondo:
“No se me importa un pito que las mujeres
tengan
los senos como magnolias o como pasas de higo;
un
cutis de durazno o de papel de lija.
Le
doy una importancia igual a cero,
al
hecho de que amanezcan con un aliento afrodisíaco
o
con un aliento insecticida.
Soy
perfectamente capaz de soportarles
una
nariz que sacaría el primer premio
en
una exposición de zanahorias;
¡pero
eso sí! -y en esto soy irreductible- no les perdono,
bajo ningún pretexto, que no sepan volar.”
Luego del mismo, extiende su brazo hacia la
izquierda y presiona un botón que abre un compartimiento en la cama y la mujer
que se encuentra a su lado, cae en un abismo. Oliverio es un ser que se pasa de
casa en casa cuando no logra pagar la reta, huyéndole a la muerte, que la misma
es personificada en la película como una mujer. Oliverio intenta seducirla y
jugar con su mente de vez en cuando, pero siempre la termina despachando.
La película se centra más bien en esa
búsqueda de Oliverio en encontrar una mujer ideal. Oliverio conoce a una
prostituta, que conoce en un burdel, llamada Ana. Al regresar a Buenos Aires de
Uruguay no deja de pensar en ella y a través de su poesía deja que el tiempo
pase hasta su próximo encuentro.
Dentro de la película se encuentran poemas
de Oliverio Girondo, Juan Gelman y Mario Benedetti, quien incluso aparece
dentro de la película recitando sus poemas en alemán a otras prostitutas del
burdel de Uruguay.
Oliverio dentro de su búsqueda por la mujer
que se sepa volar, pasa por varias mujeres. Eso incluye a una mujer ciega la
cual no es despachada por el hoyo de la cama como las demás. Una cosa que
encontré interesante dentro de los detalles de la película, es que este cuarto
por donde Oliverio va “eliminando” a las mujeres, nunca cambia. Es como un
espacio no existente dentro de la realidad, pero que forma parte de la mente de
Oliverio.
Volviendo a la mujer ciega, ella es la
única que es simplemente devuelta a su casa sana y salva. Esta escena entiendo
que fue mi preferida. Lo que pude captar de la misma es que la muchacha llega a
volar, pero de otra manera.
El volar, entiendo yo, se refiere a ser
astuto en cuanto a las cosas de la vida. Es ser libre, pero que a la hora de
aterrizar, saber hacerlo correctamente. El volar es saber disfrutarse el viaje.
La mujer ciega era muy independiente, era fuerte e inteligente. Entiendo que
Oliverio supo identificar esto y que la respetó por sus habilidades, por lo
tanto, la dejó ir.
La película culmina con Ana dejando caer a
Oliverio por el hoyo de la cama y luego ésta se marcha junto a su aparente hija
hacia España. Tal vez para Ana, Oliverio no supo volar o no fue lo que ella esperaba,
pero éste consiguió consuelo en otra mujer que le recita el mismo poema del
principio pero hacia él:
“Te quiero aclarar de entrada,
soy capaz de perdonar muchas cosas
pero hay una en la que soy irreductible.
No le perdono a ningún hombre,
bajo ningún pretexto que no sepa volar.
Ni no sabe volar, pierde el tiempo conmigo.”
Eso último me dio la impresión de que a
veces en la vida, uno puede creer que ha conocido a la persona ideal en una
relación, pero siempre la vida puede traerte sorpresas. Oliverio estuvo gran
parte de su tiempo buscando maneras de estar con Ana (hasta pagar trescientos
dólares, cambiarse la apariencia a una más decente, etc.), pero al fin al cabo
Ana lo cambió de la noche a la mañana por otra cosa. A Oliverio le aplica muy
bien la frase que dice que una persona que quiere estar dentro de tu vida, hace
aunque se el mínimo esfuerzo por pertenecer a la misma.
Oliverio al fin termina con otra persona,
en cambio Ana continuó prostituyéndose porque tenía a una hija a quien debía
que mantener. Pero Ana también pudo haber cambiado de carrera si en realidad
sentía algo por Oliverio…
En fin, este proyecto dirigido y escrito
(excluyo los poemas) por Eliseo Subiela nos demuestra la perseverancia, la
ridiculez, la desesperación, el rencor y otros elementos más que nos pueden
traer un simple sentimiento. Incluso, nos demuestra los límites de esta picante
y humorística historia de amor.