Saturday, February 16, 2019

A Mi Ma


VII.

te llené de exigencias vacantes,
por negarme a ver tu realidad,
de esa mujer madrugadora,
que se tenía que empolvar de falta de tiempo,
de camino a su ocho a cuatro.
esa mujer,
que se levantaba a las cinco,
para darnos de comer.
esa mujer,
que llegaba después de las cinco,
y perdía nuestro crecer.
te llené de exigencias sin contenido,
disfrazados de ira,
que no comprendía en reclamos,
pero había escuela,
había plato en mesa,
tiempo y con que para jugar demás.
te veía en tiempos a medias,
te llene de exigencias entre quincenas,
por tu repetida ausencia,
que no comprendía hasta que me tocó,
soltar tu mano,
y hacia mi vida encaminarme.
solté tu mano para,
coger una que ahora me dice: mamá,
a quien dedico mis desvelos,
a quien dedico mis hambres y ajoros.
ahora comprendo,
que eran mis propias manos las que entrelazaban en el cuello,
y que no estabas por no estar.
tu ausencia me permitió no carecer,
ni padecer,
me dio mucho más que lo que hoy aprecio,
ojalá algún día sus ojitos exigentes puedan entender,
que lo que yo lloro en silencio,
es por ella y solo ella.