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Wednesday, October 9, 2019

Espero

Con la esperanza de un beso,
Sus pétalos, tiernos,
Que susurran utopías disfrazadas de encantos.
Sonrío ante la memoria de una casualidad.
Me traen recuerdos,
De pasiones aun no escritas,
Me traen promesas,
Suspiros de medianoche.
Son fuegos artificiales,
Que disparan como orgasmos,
Reencontrándose,
Fuera de tiempo y de alcance.
Es su disposición,
Su ternura y mi amargura.
Es su enredo,
Colándose entre la entraña,
Y que,
entre la ausencia,
Aún sabré esperar.

Sunday, September 29, 2019

Sentido

Cuando se acaba, es un proceso de duelo.
Algo indigno de aceptar, pero hay que aceptar.
¿Dónde quedan esos recuerdos si al final quedan cancelados?
¿Cuál, entonces, es el sentido de amar?
¿Dónde quedan las paveras espontáneas?
¿Dónde quedan las caricias a medias?
Por eso somos claros al crearle una coraza a nuestra existencia.
Para que no procedan a amortiguarnos.
 Si a fin de cuenta, ¿en dónde queda la lección de vida que no servirá de nada?
Más que para proteger y sobreproteger nuestro sentir de los viles recuerdos,
 y las temerosas memorias que quieran construir sobre nuestra existencia.
¿En dónde quedan las promesas de media noche,
de charlas de carros en estacionamientos,
y palabras entre miradas enamoradas?
 A fin de cuenta solo son palabras.
El amor se convierte en irritación.
En la falta de deseo y de empatía.
Los recuerdos son recuerdos.
¿Cuál, entonces, es el sentido de amar?
¿Cuál es el sentido de entregarse?
Si cuando se acaba, la ilusión desvanece, las noches son más largas,
La calle está demasiado llena, el agua demasiado espesa,
El ruido más potente y el vació más distante.
Y en el caes. Flotando entre el espacio abismal.
Esos ojos reconocidos, esas que te devuelven la mirada a diario,
Te hacen entender:
Que en la vida todo el mundo es indispensable,
¿Cuál, entonces, es el sentido de amar?

Monday, May 13, 2019

The Man Who Patted My Head

Every time the clock hands would stir,
My breath caught up with it,
Watching the shifts and turns,
Of time and my body aging.
Although I was a mere boy,
I understood what was needed,
The only hands that held me,
Were delicate,
Manicured,
And clean.
Not once did my father hold me,
Just a pat in the head, a kiss upon Mom’s cheek.
He came when the clock would advise,
Every day a different shift in the hands of time.
He would bring a bread,
He would bring the day’s paper,
But he would never bring himself to stay a little longer.
Saturdays for golf,
Sundays for locked doors,
Consuming his time working on folders,
Focusing my time on what carried my attention,
Sometimes cars, sometimes colors,
Never my father’s embrace,
Always my mother’s.
As time went on,
His work became his burden;
No time to check his heart.
We wore black upon his casket,
The one who did not understand.
How I missed him while the clock changed.
Before I wondered:
Who is the man, that used to pat my head?

La reunión de las serpientes

La noche era partícipe de su encuentro. La luna nunca había estado tan perfecta, a pesar de estar oculta entre la neblina.

Entre las ventanas transparentes de un local de la ciudad, las lluvias primerizas que prometían la bendición, caían, alejándolas de la cotidianidad que las sumergía en el aburrimiento. Es por ello que las cinco serpientes se pusieron de acuerdo para participar de sorbos de agua pesada y charlas entre lenguas, de esas que erizan su piel, ya de por si escamosa.

Era necesario endurecer su exterior, para minimizar la molestia de los acuchillados que se daban entre espalda por su simple hipocresía. Sus cabellos con tonos similares a los rayos del sol, pero con miradas más oscuras que el mismísimo abismo.

Fueron una a una, deslizándose entre las butacas, ya con copa en mano, brindando por lo que las unía. Si es que algo podría unir a cinco seres tan independientes. Sus sorbos entre sorbetos, para que no desvaneciera el color del labio (con cuidado de no atorarse entre los colmillos delanteros). Entre rondas incontrolables, la coherencia y la adjudicada finura abandonarían la mesa, invitando la torpeza y un reflejo de su verdadera identidad. Solo una de ellas, no tan arpía, de vez en cuando vertía su mirada, presionando su boca, como queriendo controlar su consciencia.

Como era de costumbre, su falta de similitud, las llevaba a tornar sus conversaciones. Sus temas de conversación de volvían monótonos e inservibles.

Entre el:  << ¿Cómo estás? Bien, ¿y tú? Bien>>, las dejaba en un limbo auto dominado por querer aparentar su fallida amistad.

No compartían más allá de su rutina, y sin encontrar comodidad entre ella, siempre pasaban a esparcir su veneno, rápido y pesado, sin temor a quien lo pudiese capturar.

El veneno, con figura deforme, balseaba entre ellas, con movimientos bruscos y cortos. Al ritmo de sus palabras, danzaba, jugaba, se elevaba entre las cinco lenguas largas y filosas. Terminaba en su mismo fin, luego de ser jamaqueado entre su espacio, el veneno queda plasmado sin movilidad absoluta.

Las cinco serpientes se miraban entre sí. Entre ellas la duda pertinente de quien era la que llevaba el resto. Competían entre escotes y perfumes para ver quien dirigía las reuniones subsiguientes. En dónde no tenían temas verdaderos, ni atributos interesantes. Solo eran cinco pendejas que no tenían nada en común, sino un chisme poco alarmante. A quienes te besarían la mejilla, para que pronto fueras la victima de su próxima reunión bajo los efectos de un trago barato. 

Monday, April 8, 2019

En la oscuridad no me defino

pasa que ya no lloro,
que un latido es más consciente, más alarmado,
que las noches son presentes,
no como cuando en mis sueños paso.
¿qué pasa que ya no me emociono?
desvivirse es solo un recuerdo,
aspirar es solo eso.
me vuelvo parte de la pared, de la silla, de la cama.
mi existencia se funde,
mientras encuentro un sentido,
a,
una,
sola,
vida,
que me ve pasar, en silencio.
no soy nadie importante,
solo cuando me reconocen,
porque no conocen mi nombre,
pero tengo uno,
y no me iré pronto.

Saturday, March 30, 2019

Colibrí


V.

evito pausar,
me lanzo como colibrí al néctar,
me concientizo,
de mi falta de ingenuidad.
que, si la vida es prestada,
que la tela y el cuerpo,
caducan entre deseos,
de estar un poco más,
durar un poco más,
reinicio y me enfrento.
que no puedo cambiar,
si dejo de existir,
si dejo de vivir,
si dejo de sentir,
me desenfoco de las líneas de mis yemas.
que soy finura esculpida,
por suerte o dirigida.
por si no hay luz prometida,
ni oscuridad definida,
continúo estando sin escapar,
amando mi perfección autónoma.


Saturday, February 16, 2019

A Mi Ma


VII.

te llené de exigencias vacantes,
por negarme a ver tu realidad,
de esa mujer madrugadora,
que se tenía que empolvar de falta de tiempo,
de camino a su ocho a cuatro.
esa mujer,
que se levantaba a las cinco,
para darnos de comer.
esa mujer,
que llegaba después de las cinco,
y perdía nuestro crecer.
te llené de exigencias sin contenido,
disfrazados de ira,
que no comprendía en reclamos,
pero había escuela,
había plato en mesa,
tiempo y con que para jugar demás.
te veía en tiempos a medias,
te llene de exigencias entre quincenas,
por tu repetida ausencia,
que no comprendía hasta que me tocó,
soltar tu mano,
y hacia mi vida encaminarme.
solté tu mano para,
coger una que ahora me dice: mamá,
a quien dedico mis desvelos,
a quien dedico mis hambres y ajoros.
ahora comprendo,
que eran mis propias manos las que entrelazaban en el cuello,
y que no estabas por no estar.
tu ausencia me permitió no carecer,
ni padecer,
me dio mucho más que lo que hoy aprecio,
ojalá algún día sus ojitos exigentes puedan entender,
que lo que yo lloro en silencio,
es por ella y solo ella.